Un delito fiscal ocurre cuando se hace un fraude o daño patrimonial contra la Hacienda Pública y Seguridad social.
Las acciones que son castigadas y consideradas como fraude fiscal son:
- Eludir los pagos de tributos, impuestos, tasas o contribuciones especiales
- Devolución incorrecta
- Disfrutar de beneficios fiscales que no corresponden
Sin embargo, solo se entiende como delito cuando la cantidad que se defrauda supera los 120.000 euros. Los jueces son los encargados de establecer la deuda tributaria.
Se considera un delito de resultado cometido por acción u omisión y que se regula en los artículos 305 y 305 bis del Código Penal. También se considera un delito doloso. El patrimonio de la Hacienda pública en todas la modalidades existentes es el bien juridico que se protege del delito fiscal.
¿Cuál es el castigo por el fraude fiscal?
El tipo básico se castiga junto a:
- Prisión de 1 a 5 años
- Sanción del séxtuplo de la cuantía defraudada
- Pérdida de la opción de acceso a subvenciones o ayudas y de la opción a disfrutar de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social durante 3 a 6 años.
¿Quién comete un fraude?
La figura afectada es la Hacienda pública en todas las modalidades: estatal, autonómica, foral, local o europea.
Por otro lado, las personas que realizan el fraude pueden ser:
- La persona tributaria
- La persona sustituta del contribuyente atribuido por ley, obligado a hacer frente a la obligación tributaria
- Un retenedor
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