La mediación y arbitraje es un medio alternativo que se usa para llegar a un acuerdo sin tener que recurrir a mecanismos jurídicos tradicionales. Las dos herramientas son útiles para solventar desacuerdos, pero hay que tener claro en qué situaciones se pueden aplicar.
Con la mediación y arbitraje se utiliza un tercero imparcial para llegar a un acuerdo con todas las partes, siendo personas naturales o empresas. Los procedimientos son voluntarios, es decir, que todos los participantes deben estar de acuerdo en llegar a un acuerdo sin acudir a las instancias judiciales pertinentes. Puede ocurrir que si el caso es muy complejo no admita esta posibilidad. También, puede darse que se haya establecido en el contrato que solo se pueda resolver mediante los tribunales.
Diferencias entre mediación y arbitraje
Las diferencias principales se encuentran en la actuación del tercero. En la mediación, la persona es un sujeto independiente que no tiene la capacidad de tomar decisiones. Su función se resume en facilitar el entendimiento entre todas las partes para lograr el acuerdo. Sin embargo, en el arbitraje, el mediador puede tomar decisiones y los participantes tienen que aceptarlo.
Ambos mecanismos, se pueden usar en los casos que no se requiere la participación de un juez. Estas herramientas son una buena opción para poder descongestionar el sistema judicial debido a la pandemia del covid. Son muchos los asuntos legales que se encuentran en la actualidad parados y generando un gran costo. Lo que se busca es poder agilizar la actividad judicial y evitar el colapso del sistema.
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