Según las estadísticas, una cuarta parte de los edificios que se han construido en los últimos once años tienen desperfectos causados por una edificación rápida. Si diferenciamos los defectos de construcción, entre las reclamaciones más realizadas se encuentran: humedades en el garaje, alicatados en cocinas y baños mal terminados.
Según la LOE, los dueños de las viviendas tienen hasta 10 años para ejecutar reclamaciones por los vicios en la vivienda generados por defectos que puedan afectar a los elementos estructurales. Los defectos de humedad, grietas u otros problemas se pueden reclamar en un plazo de tres años. Si el defecto está relacionado con el acabado se dispone del primer año para ejecutar la reclamación.
La contabilización del plazo se realiza cuando el constructor hace la entrega de la vivienda a la constructora. En consecuencia, si la compra se realiza después de algunos años de su finalización ya se habrá vencido parte de la garantía.
También hay que tener en cuenta, que desde la aparición del defecto a su reclamación podrían pasar 2 años.
¿Cómo realizar la reclamación?
El primer paso para comenzar con la demanda es analizar y realizar una recopilación de los problemas con el objetivo de crear un inventario con los defectos. Se recomienda conocer si solo ha ocurrido en una única vivienda o el problema se extiende en el resto de la comunidad. Hay que conservar un registro de la notificación. El primer paso será más completo si se adhiere un informe técnico, de arquitecto o ingeniero industrial.
Para los casos de defectos de construcción, se recomienda que sea un abogado quien ejecute la notificación porque el proceso será más ágil y formal. La notificación se tiene que hacer a la constructora o promotora en la venta dependiendo del caso.
